La Casa Museo de Paloma Soler-Espiaúba es un lugar íntimo y singular donde pintura, vida y pensamiento conviven en un mismo espacio. No es solo una casa con obras expuestas, sino el ámbito donde el artista creó, vivió y dio forma a un universo pictórico profundamente simbólico. 

Al recorrerla, el visitante entra en un mundo marcado por la infancia entendida como estado de conciencia, por el color como lenguaje emocional y por una mirada espiritual de la vida y de la muerte, concebida como tránsito y transformación. 

Cada espacio conserva la atmósfera del proceso creativo, invitando a una contemplación pausada y sensible. 

La Casa Museo no busca imponer  una lectura, sino ofrecer una experiencia: un espacio de silencio, memoria y emoción, donde la obra dialoga con quien la mira y despierta resonancias personales.